Es una doble satisfacción que esta pareja me haya elegido ya que Hugo es mi primo hermano, una gran persona y Lari realmente su alma gemela, una mujer con una bondad y calidez que podés sentir al instante, ojalá todas las parejas fueran así, seguro estarán en el ranking de mejores parejas de más de una persona. Con Hugo o Hugui, aunque me da miedo decirle así ya verán, nos separamos un poco al seguir cada uno su camino, pero en mi mente quedaron los días de nuestra niñez llena de charlas, juegos de meza, fútbol en la canchita, el Atari (si, no soy tan joven 🙂 ) y la larga, casi mística, caminata al videoclub para alquilar películas en VHS como “La Historia sin fin” o “Jumanji”. Y aquí estamos un par de décadas después, con el honor de ser designado el fotógrafo principal de su boda que seguramente será muy especial y la espero con ansias. Mientras tanto les dejo con la sesión de preboda que fue más rápida de lo que hubiéramos querido, 15 minutos en Areguá y 30 minutos en San Bernardino y aunque no sea recomendable hacer la sesión a las apuradas, eso no impidió conseguir fotos muy buenas y no me refiero a lo que hago sino a lo que ellos transmiten.
